domingo, 8 de noviembre de 2015

POESÍA, GASTRONOMÍA Y ARTE: INGREDIENTES PARA UN DELICIOSO SÁBADO

Ayer celebramos el cumpleaños de Miguel Hernández, también tuve comida de compañeras y amigas de máster y estuve en la inauguración de la exposición de pintura de mi buena amiga Majo Ribera Caballer en El Refugio Cafe Art Nature  (se podrá visitar durante dos semanas). Aprovechando las circunstancias, voy a contaros, para los que aún no lo sabéis, por qué escribí un libro como regalo de cumpleaños para Miguel Hernández. 
En otro momento os contaré la historia del siguiente óleo, que Majo Ribera  me regaló para la portada de ese libro.



Miguel Hernández esccribió:


BALADA DE LA JUVENTUD

Llegó a mí triunfante: la vi, y la sorpresa
como un licor grato mi alma embargó…
¿Quién eres?... le dije: ¿Divina princesa?
¿Hermoso fantasma? –Su boca de fresa
se abrió dulcemente y así musitó:

“Soy el hada blanca que deja el camino
fatal de la Vida regado de luz;
que enciende en las almas un fuego divino,
que oculta al humano su pobre destino
y de su existencia suaviza la cruz.

Yo soy rosa roja que se abre lozana
al cálido beso del sol en Abril;
yo  soy de la Vida, la Aurora galana,
naciendo entre nubes de ópalo y grana,
naciendo entre perlas y aljófares mil.
[...]
Al oírla, a mis ojos un mundo risueño
vi abrirse, a mis plantas hallé dichas mil…
Mas, cuando ya de ella creíame dueño,
de mí se alejaba lo mismo que un sueño,
lo mismo que un soplo de brisa sutil…

A veces me digo con honda tristeza:
¿Vendrá a mí aún el hada bendita que huyó?...
Mi frente surcada, mi cana cabeza
y el fuego de mi alma que a helarse ya empieza,
responden con mudas palabras: ¡No! ¡No!
(Miguel Hernández)


Durante el centenario de Miguel Hernández, flotando en la nube del  hada de la almohada, mi libro anterior, sentí una profunda tristeza al reencontrarme con la Balada de la juventud. Motivada por el deseo de consolar a Miguel Hernández apareció un libro, que comienza respondiéndole.


Las palabras mudas mueren de tristeza.
Un ¡SÍ! muy sonoro, respondo por ti.
Pues aquí he venido, ¡Sorpresa! ¡Sorpresa!
Yo soy la princesa de boca de fresa,
aurora entre perlas y aljófares mil.

Dicen que las hadas somos despistadas,
pero en tu gran fiesta, ¿cómo iba a faltar?
Te traigo este libro, urdido entre almohadas
de estrellas, de flores; palabras aladas …

que siendo pequeño no te pude dar.

...

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 Este libro es un gran cargamento
de juguetes, canciones, y “poentos”.
Juguetes, para jugar hasta cansarte;
nanas, para arrullarte con mi acento;
poemas, para vencer al desaliento;
“poentos”, para los sueños acercarte.
Y …
para hacer reír a un vate,
algún que otro disparate.


Cada sección del libro (juguetes, nanas, poemas, poentos = poemas-cuentos, jugando a los disparates) está inspirada en un poema de Miguel Hernández y concluye con: 

"A la tierra yo te escribo…
Si quieres,
¡escríbeme!"

Si queréis leer un poco más sobre este tema pinchad en: