El motivo de esta entrada en el blog ha sido una fotografía del buzón de Miguel Hernández que me ha enviado hoy, por whatsapp, Isabel, una de mis alumnas de un curso de alfabetización. Hace unos meses, cuando comencé a dar este curso, me llamó especialmente la atención el interés que mostraba. Hace poco, Isabel, ahora jubilada, me contó que había sido empleada del cementerio de Alicante y había limpiado la lápida de Miguel Hernández durante 34 años. Sin duda, compartir con ella la emoción que siente al descubrir que lee y escribe está siendo una experiencia muy especial.
El libro que le escribí (y dejé en su buzón) a Miguel Hernández, como regalo de cumpleaños, concluye con la frase:
"A la tierra yo te escribo...
Si quieres,
¡escríbeme!"
Y Miguel me responde, a través de la vida.