miércoles, 13 de marzo de 2019

EL MAR TAMBIÉN FUE ÁGORA DE AVES Y SIRENAS


Me preguntáis si vivo ahora en un pueblo,
pero sigo en mi casa.
"Mi casa": Lugar en el que vivo, entre el cielo y el mar,.
Mis hijos crecieron contando estrellas,
despertando al sol naciente y soñando al son de sirenas...

Aún vivo en mi casa,
pero vamos a cambiar.

Podrá cambiar el mar su luz y sus colores…, pero:
¡El mar es inmutable!
Seguirá naciendo de él, el sol cada mañana, 
y tras los largos días
continuará cediendo el turno, nocturno, a la luna. 

Podrá rugir furioso, 
en noches de tormenta
y desatar su ira 
contra los espigones.

Columpiará a la luna 
de sal y de puntilla, 
en tibias noches claras 
de viejas primaveras.

En esta, mi atalaya,
volando entre las nubes,
a veces he sentido,
que el mundo está detrás.

Si no se oyen las olas,
escucharé al silencio.
Cambio los ascensores
por grillos y por paz.

Para mirar al mundo 
de otra perspectiva,
desde un poco más lejos,
he de mirar al mar.

¡El mar es inmutable!

Sí, sigo en mi casa, mas 
¡Pronto nos mudamos!
(a otra, a la que volveré a llamar: "Mi casa")
a un hermoso pueblo,
entre el monte y el mar.

  😊

Emilia García Serna