Me preguntáis si vivo ahora en un pueblo,
pero sigo en mi casa.
"Mi casa": Lugar en el que vivo, entre el cielo y el mar,.
Mis hijos crecieron contando estrellas,
despertando al sol naciente y soñando al son de sirenas...
Aún vivo en mi casa,
pero vamos a cambiar.
Podrá cambiar el mar su luz y sus colores…, pero:
¡El mar es inmutable!
Seguirá naciendo de él, el sol cada mañana,
y tras los largos días
continuará cediendo el turno, nocturno, a la luna.
Podrá rugir furioso,
en noches de tormenta
y desatar su ira
contra los espigones.
Columpiará a la luna
de sal y de puntilla,
en tibias noches claras
de viejas primaveras.
En esta, mi atalaya,
volando entre las nubes,
a veces he sentido,
que el mundo está detrás.
Si no se oyen las olas,
escucharé al silencio.
Cambio los ascensores
por grillos y por paz.
Para mirar al mundo
de otra perspectiva,
desde un poco más lejos,
he de mirar al mar.
¡El mar es inmutable!
Sí, sigo en mi casa, mas
¡Pronto nos mudamos!
(a otra, a la que volveré a llamar: "Mi casa")
(a otra, a la que volveré a llamar: "Mi casa")
a un hermoso pueblo,
entre el monte y el mar.
😊
Emilia García Serna