Hace justo un año escribí esto.
BUSOT PLAZA SE QUEDA EN CASA
Ésta es una oportunidad para acercarnos a nosotros mismos, pensando en
los demás. Una situación de “encuentro de sentimientos”. Nos aislamos,
pero a la vez, creo que, de manera general, estamos experimentando un
fuerte sentimiento de empatía y de comunidad, al menos ese es mi caso.
Un término que parecía en peligro de extinción, “EMPATÍA”, la capacidad
de ponernos en el lugar de los otros, de pensar en los demás, de sufrir
por sus problemas y sus necesidades...
Estos días nos emociona el sentimiento de gratitud y respeto hacia
nuestros sanitarios, los médicos de urgencias, el personal de
enfermería, el de limpieza de hospitales, el de los supermercados… Nos
damos cuenta de la vulnerabilidad real de nuestros mayores y de las
personas enfermas... , pero ahora, cuando nuestra empatía se encuentra
en el punto álgido, también estamos sufriendo por la gente que acaba de
perder su trabajo por los efectos colaterales este virus; por la gente
que no tiene con quien dejar a sus hijos para ir a trabajar, porque no
los pueden dejar con los abuelos; por los niños cuyas familias viven
hacinadas en bloques de edificios de barrios de ciudades y les han
prohibido salir a un parque… El comienzo de cierres de empresas,
despidos, desahucios, divorcios… Estas situaciones pueden llegar a ser
muy estresantes y, al fin y al cabo, por todos es sabido que el estrés
aumenta el riesgo de contraer infecciones, ya que baja las defensas del
organismo, debilitando el sistema inmunológico.
El coronavirus, el virus que aislándonos nos ha unido en la empatía, o eso me gustaría creer, nos recuerda, más que nunca, las cifras de muertos por hambre. Queriendo creer que la OMS, verdaderamente se preocupa por la vida y la salud de la humanidad, me gustaría que se dieran cuenta de que no todas las muertes se producen por falta de vacunas.
¡Seamos responsables! Si toca quedarnos en casa: ¡Quedémonos en casa! ¡No acaparemos alimentos! Y sobre todo, no seamos alarmistas y, en la medida que sea posible, intentemos transmitir tranquilidad. En situaciones de emergencia, recordemos que siempre podemos recurrir a la inteligencia que nos puede proporcionar “mecanismos de supervivencia” como el humor, por ejemplo, que ayuda a sintetizar la vitamina más importante y necesaria: LA ALEGRÍA , que, además, es contagiosa.
El coronavirus, el virus que aislándonos nos ha unido en la empatía, o eso me gustaría creer, nos recuerda, más que nunca, las cifras de muertos por hambre. Queriendo creer que la OMS, verdaderamente se preocupa por la vida y la salud de la humanidad, me gustaría que se dieran cuenta de que no todas las muertes se producen por falta de vacunas.
¡Seamos responsables! Si toca quedarnos en casa: ¡Quedémonos en casa! ¡No acaparemos alimentos! Y sobre todo, no seamos alarmistas y, en la medida que sea posible, intentemos transmitir tranquilidad. En situaciones de emergencia, recordemos que siempre podemos recurrir a la inteligencia que nos puede proporcionar “mecanismos de supervivencia” como el humor, por ejemplo, que ayuda a sintetizar la vitamina más importante y necesaria: LA ALEGRÍA , que, además, es contagiosa.
EMILIA GARCÍA SERNA
Si quieres leer sobre los efectos del estrés en la salud, entra en el siguiente enlace:
https://www.muyinteresante.es/revista-muy/noticias-muy/articulo/asi-ataca-el-estres-al-sistema-inmunologico-901445587291?fbclid=IwAR1z_YcuDRfUbUUi5njP2P2yp9yN33SiNOrLFPHZxpF86ZR7jmDdXVoZ3rI Nuestro organismo no está preparado para permanecer en un continuo estado de alerta,
Si quieres leer sobre los efectos del estrés en la salud, entra en el siguiente enlace:
https://www.muyinteresante.es/revista-muy/noticias-muy/articulo/asi-ataca-el-estres-al-sistema-inmunologico-901445587291?fbclid=IwAR1z_YcuDRfUbUUi5njP2P2yp9yN33SiNOrLFPHZxpF86ZR7jmDdXVoZ3rI Nuestro organismo no está preparado para permanecer en un continuo estado de alerta,