lunes, 31 de mayo de 2021

 

 

 

31 de mayo, 2021

Salgo en busca del silencio
y “me reinicio”.

La brisa fresca me abraza y me bendice.

El pino me regala su fuerza, su grandeza,
su elegancia, su belleza, su nobleza…

El embeleso de la melodía del beso
y el ritmo de las aves a duo con el agua.

La caricia, en el alma, de la acacia.

La sobria imagen del robusto ciprés,
paradoja de lo efímero y la muerte.

Jocosas jacarandas violetas contagian su alegría.
Mimitos de mimosas…

Y el picor picaresco de la falsa pimienta.

¿Quién dijo que el silencio era la nada?


Emilia García Serna