lunes, 13 de mayo de 2019

ENTRE ROMERO Y ESPARTO, AYER, ME CRUCÉ CON UN LAGARTO










 


AL HARTO LAGARTO

Érase un augusto saurio,
un talismán escamoso,
el bicho del buen augurio,
pero un poquito medroso,

¡Al harto, lagarto!

Tras polvorientas chumberas,
se esconde bajo el esparto,
el ceniciento reptil.
¡Al harto, lagarto!

¡Harto! ¡Harto! ¡Harto! ¡Harto!

Fardacho vilipendiado,
siendo valioso y loable
¡No lo entiendo! ¡Te aseguro
que hasta tu nombre es conjuro!

¡Lagarto, lagarto!
¡Lagarto, lagarto!
El daño y el mal se aleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeja
¡Yo, de ti, no tengo queja!

Emilia García Serna

©(Del libro: El regalo del hada blanca)