viernes, 3 de mayo de 2019

RETOMO LA RETAMA



Cuando nuestra mirada se aleja de la tierra,
 nuestro lenguaje también se aleja del suyo.




RETOMO LA LA RETAMA


Amanece.

La Naturaleza nos regala sus poemas,

yo los leo.

La caricia de la dulce fragancia de la retama

en la que el sol, olor a miel, florece

iluminando cada rincón de mi casa,

me despierta.


Canta el gallo del vecino.


Amanece.

Yo sólo leo.


 Leo y descubro que nuestro lenguaje

no siempre coincide con el lenguaje de la naturaleza.

“Más amargo que la retama”, dice el refrán;

“Eres más borde que la retama”;

“Tres cosas malas tiene Castilla: La grama, retama y escalonilla”.

 Esto, más o menos, es lo que había escuchado durante mucho tiempo sobre la retama, por tanto, la imagen mental que tenía de ella era la de algún tipo de hierba de la familia de “las malas”.

Cuando esta mañana el sol ha vuelto a amanecer en sus flores frescas,
lozanas, hermosas y dulcemente perfumadas
me he vuelto a deleitar con un poema, con la maravilla de la naturaleza.

Sólo leo.

 Leo y descubro que, cuando nuestra mirada se aleja de la tierra, 
nuestro lenguaje también se aleja del suyo.

Es verdad que la retama es borde, porque es silvestre.
Es verdad que es amarga, porque, como el diente de león (rúcula italiana) o el cardo, es medicinal, pero de ningún modo puede ser una de las tres cosas malas de Castilla.

Al fin y al cabo, el refranero español, la mayoría de las veces, hay que interpretarlo con mucho humor, porque:


“Los pensamientos se convierten en palabras;
las palabras en emociones; las emociones dirigen nuestros actos y nuestros actos construyen nuestra vida”.



Emilia García Serna
© 3 de mayo, 2019


*Propiedades de la retama: