Cuando nuestra mirada se aleja de la tierra,
nuestro lenguaje también se aleja del suyo.
RETOMO LA LA RETAMA
Amanece.
La Naturaleza nos regala sus poemas,
yo los leo.
La caricia de la dulce fragancia de la retama
en la que el sol, olor a miel, florece
iluminando cada rincón de mi casa,
me despierta.
Canta el gallo del vecino.
Amanece.
Yo sólo leo.
Leo y descubro que nuestro lenguaje
no siempre coincide con el lenguaje de la naturaleza.
“Más amargo que la retama”, dice el refrán;
“Eres más borde que la retama”;
“Tres cosas malas tiene Castilla: La grama, retama y
escalonilla”.
Esto, más o
menos, es lo que había escuchado durante mucho tiempo sobre la retama, por
tanto, la imagen mental que tenía de ella era la de algún tipo de hierba de la
familia de “las malas”.
Cuando esta mañana el sol ha vuelto a amanecer en sus
flores frescas,
lozanas, hermosas y dulcemente perfumadas
me he vuelto a deleitar con un poema, con la maravilla
de la naturaleza.
Sólo leo.
Leo y descubro
que, cuando nuestra mirada se aleja de la tierra,
nuestro lenguaje también se aleja del suyo.
nuestro lenguaje también se aleja del suyo.
Es verdad que la retama es borde, porque es silvestre.
Es verdad que es amarga, porque, como el diente de león (rúcula italiana) o el
cardo, es medicinal, pero de ningún modo puede ser una de las tres cosas malas
de Castilla.
Al fin y al cabo, el refranero español, la mayoría de
las veces, hay que interpretarlo con mucho humor, porque:
“Los pensamientos se convierten en palabras;
las palabras en emociones; las emociones dirigen
nuestros actos y nuestros actos construyen nuestra vida”.
Emilia García Serna
© 3 de mayo, 2019
*Propiedades de la retama: